¿Qué sientes cuando te acaricias la piel, una textura suave y lisa, o notas cierta rugosidad y sequedad propia del desierto? Enciende tu alarma interna porque tu cuerpo te está pidiendo a gritos que le nutras con un tratamiento facial hidratante. Ya sea grasa, mixta, normal o seca escoge la crema que mejor te convenga en el cuerpo o en la cara. ¿Cuál es la rutina, cómo hacerlo? Sigue leyendo y te damos las claves.
¿Qué hace la crema hidratante?
La crema hidratante restablece el grado de humedad normal de la piel, en otras palabras, lo que la crema hidratante logra, básicamente, es combinar nuestro tejido con una crema específicamente creada para combatir la sequedad. Esto lo logra aportando todas las propiedades revitalizadas a la estructura subcutánea, sería algo parecido como cuando regamos una planta.
Además, también nos protege de las inclemencias manteniendo hidratada las capas superiores de la piel. El único pero es que, a pesar de darle vida a nuestra piel, lo que no hace es corregir o disimular las arrugas.
¿Cómo funcionan las cremas hidratantes?
Como ya hemos visto, las cremas hidratantes tienen el objetivo de humedecer nuestra piel. Pero, ¿cómo consigue reactivar la hidratación en una piel seca? Fácil, cuando untamos la piel con la crema que más se adecúe a nuestra piel, lo que favorecemos es que las moléculas hidratadoras se filtren directamente en la dermis, la capa más profunda de la piel. Con ello logramos que la crema penetre hasta las células y tejidos más profundos.
Una vez la crema ya se encuentra en todas las capas de la piel, el traslado de las sustancias nutritivas se hace con mayor facilidad y efectividad, y claro, estas sustancias nutritivas contienen agua rica en elementos esenciales.
Y una vez alcanzada la capa inferior de la piel, el goteo incesante crea un rico cultivo de sustancias nutritivas para que los tejidos que constituyen la piel puedan nutrirse y abastecerse de agua rica en elementos esenciales. Pero, tenemos que ser conscientes de que no todas las cremas actúan con la misma efectividad ya que depende en gran medida de la calidad de la misma.
Propiedades de la crema hidratante
Existen multitud de propiedades que contienen las cremas hidratantes, por ejemplo, la Vitamina Cg que revitaliza y fomenta la reconstrucción celular, el colágeno, el aloe vera y la glicerina que suministran agua al organismo y un largo etcétera. Todas ellas complementan a los principios activos más importantes en cuanto a las cremas hidratantes se refiere y que son el ácido hialurónico, el lactato o la urea. Por ejemplo, el primero, es un portentoso receptor de agua que además humedece y suaviza la piel. Los otros dos componentes bloquean la pérdida de agua.
¿Sabes por qué los médicos insisten tanto en que bebamos al día entre 1,5L o 2L? Pues porque durante la transición entre la infancia y la edad adulta perdemos un 10% de agua, una barbaridad que debemos recuperar si no queremos notar como nuestro cuerpo se deshidrata por momentos.
Por ello, debemos dar las gracias a todos estos componentes ya que así logramos garantizar que las propiedades de las cremas hidratantes fructifiquen. Así pues, cuando se llena la piel de agua, permiten que las células se desarrollen en un medio mejor y sufran menos, y sobre todo, proveen del agua perdida con la edad. Por supuesto, los resultados son visibles y en poco tiempo notarás una piel suave y radiante.
¿Cuándo y cómo se aplica la crema hidratante?
Aplicamos la crema hidratante todas las mañanas para proteger la piel de las agresiones diarias y también se utiliza después de cada limpieza.
Por las noches, podemos complementar y reforzar el efecto de la crema hidratante con un sérum. Su textura ligera y la alta concentración en principios activos favorece una penetración más profunda.
Una crema hidratante específica, como es el contorno de ojos, se aplica dos veces al día, por la mañana y por la noche, en la zona periorbital (alrededor de los ojos). Cuidado porque sin duda, se trata de la zona más sensible de la cara.
En general, su aplicación se realiza sobre la piel húmeda y siempre antes de maquillarnos.
¿Cuántos tipos de cremas hidratantes hay?
Si ponemos todas las cremas juntas en un mismo saco hay mil, por ello, debemos especificar a qué tipo de piel queremos aplicar el producto:
Humectantes
Aquí hay sorpresa, resulta que se trata de un compuesto a base de glicerina indicado, especialmente, para ¡¡¡¡¡PIELES GRASAS!!!!! No, no nos hemos vuelto locos, las pieles grasas también necesitan hidratarse y en este caso su función es llevar el agua hasta las capas superiores de la piel.
Oclusivas
Al contrario de las humectantes, las oclusivas pretenden proteger la epidermis con una película grasa para evitar la evaporación del agua. Algo así como poner un papel film trasparente en la piel para que la humectación del cuerpo que sube desde el interior de la dermis para hidratarnos no desaparezca ya que no puede traspasar el papel envolvente.
Así pues, su función es evitar o en último término, retrasar la evaporación del agua eso sí, permitiendo la transpiración natural de los tejidos. Este tipo de cremas para pieles secas son las que verdaderamente funcionan, así que fíjate cuando vayas a adquirir la crema hidratante que especifique que sea de este tipo.
Emolientes o Hidratantes
Cremas 2 en 1 porque no solo hidratan la piel, también la suavizan y tienen efectos calmantes. Normalmente los encontramos en forma de crema acuosa y gracias a esta composición, desaparecen de la piel sin dejar rastro aceitoso a su paso.
También podemos adquirirlas en pomada o con base grasa para que dure un pelín más. Este tipo de cremas están compuestas de glicerina, urea y vaselina. Este tipo de cremas está especialmente recomendado para pieles secas normales, pieles con sequedad escamosa, piel atópica y bajo prescripción médica en algunos casos de soriasis.
Ahora ya tenéis todos los secretos para mantener vuestra piel hidratada. Recordad que este tratamiento es un básico diario por lo que no podemos abandonarlo ni descuidarlo, nuestra piel lo agradecerá.
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