¿Te imaginas una bebida que restara años a tu aspecto? Pues existe y se llama AS10.
En un principio se desarrolló en el año 2010 para alimentar a los astronautas y protegerles de la radiación solar. Pero ahora, gracias a varios investigadores de la Universidad de Utah se ha descubierto un nuevo uso, y es que ha dado resultados reveladores en la piel dañada de 180 personas durante los ensayos que fueron practicados durante un periodo de tiempo de cuatro meses.
Aunque parezca increíble tuvo unos resultados magníficos para el área de la cosmética. Las manchas de la piel de estos participantes cuya causa era la exposición sol se redujeron alrededor de un 30%, además de disminuir las arrugas en un 17%.
Por suerte para nosotros, el AS10 como otros productos diseñados en el contexto de la carrera espacial se encuentra a la venta para el público de a pie. Aunque su precio es algo elevado. Una botella de poco más de medio litro cuesta en torno a 45€. Como referencia os menciono que los colaboradores del estudio (en su mayoría mujeres), bebieron un poco más de 60 ml al día.
Lo asombroso es que sus elementos son naturales, entre ellos podemos encontrar productos como la acerola, nopal, uva, yumberry (Myrica rubra), granada y cupuaçu de Brasil, que son conocidos por su alta concentración de fitoquímicos, antioxidantes y vitaminas que impiden los efectos nocivos de la radiación.
El Doctor Aaron Barson, científico de la Universidad de Utah que ha sido el encargado de realizar el experimento, resume así los resultados del mismo:
La piel es el principal tejido del cuerpo expuesto a los rayos ultravioleta y es sensible al estrés oxidativo. Nuestro estudio muestra que los efectos del estrés oxidativo sobre la piel se modifican rápidamente tomando AS10.
La piel es el principal tejido del cuerpo expuesto a los rayos ultravioleta y es sensible al estrés oxidativo. Nuestro estudio muestra que los efectos del estrés oxidativo sobre la piel se modifican rápidamente tomando AS10.
Actualmente el estudio se encuentra en la segunda fase, donde pretenden hacer un muestreo de gente más amplio. Además quieren comprobar de nuevo los efectos en un contexto invernal, donde los rayos UV son menos intensos y dañan menos la piel.
¿Os imagináis lo fantástico que sería que en un futuro se normalizara su uso en la cosmética? Solo nos queda esperar.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!