Te encanta ponerte guapa, por ello cada día realizas un ritual sagrado en el que repasas cada centímetro de tu cuerpo con el fin de sacar lo mejor de ti misma. Sin embargo, es mucho el tiempo que debes destinar a ello, ¿qué te parece ahorrar tiempo haciéndote el esmaltado en manos y pies?, ¿cómo?, sigue leyendo y descubre todos los secretos del esmalte semipermanente.
¿Qué es el esmalte semipermanente?
Se trata de un tipo de manicura o pedicura que consigue mantener el color de nuestras uñas entre dos o tres semanas en perfectas condiciones, sin estropearse lo más mínimo. ¿Cómo se consigue? Todo es gracias a un gel acrílico que mezclado con el esmalte que aplicamos en la uña y secado con rayos ultravioleta consigue endurecerlo más allá de los tiempos normales.
No lo diferenciarás de un esmalte clásico ya que ambos poseen la misma textura. Tan solo gracias a su mayor durabilidad y un poco más de brillo harás que se note la diferencia. Olvídate, por fin, de los desconchones que afean nuestros dedos.
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¿Cuándo es recomendable hacerse un esmaltado semipermanente?
Si te gusta llevar las manos esmaltadas, cualquier época del año es buena para un esmaltado semipermanente. Sin embargo, en el caso de los pies, es más frecuente su uso en verano, ya que se luce más al llevar los pies descubiertos más tiempo.
Además, este esmaltado resiste muy bien a la playa, piscina y rozaduras, siendo ideal para la época estival y el uso de sandalias. Además, no se estropea con el uso de zapato cerrado si haces deporte por ejemplo.
¿Qué mantenimiento tiene el esmaltado semipermanente?
Este esmaltado no requiere ningún mantenimiento, sin embargo, debido a su larga duración, podemos esmaltar la parte nueva de uña cuando haya crecido para prolongar el esmaltado unas semanas más.
Esmaltado semipermanente paso a paso
- Este tipo de esmaltado se inicia exactamente igual que el esmaltado clásico, es decir, haciendo una pedicura o manicura para preparar pies y manos, retirando cutículas y pieles que puedan quedar alrededor, y dejando la uña limpia y despejada.
- A continuación, con una lima fina especial para pies o manos, pule la uña para eliminar cualquier resto de grasa y aplica un deshidratador para eliminar por completo los restos de grasa.
Lima de Uñas – Edge File – OPI
- Es el momento de coger la tangente para enfilar el camino hacia el esmaltado semipermanente. El primer paso es la aplicación de una base que tiene la función de sellar el esmalte a la uña.
- Para que se seque, usa una lámpara de rayos UVA o en su defecto, una lámpara LED durante tres minutos en cada pie o mano. En general, durante todo el proceso del esmaltado, deberás utlizar este tipo de lámpara, de lo contrario el producto no se llegará a secar nunca.
- Ahora escoge el color que quieras lucir. Hoy en día existe una gama muy amplia de colores y texturas en esmaltado semipermanente para poder lucir perfecta. Una vez elegido el color del esmalte, aplícalo y repite el paso de la lámpara de nuevo, repitiendo con dos capas de esmaltado. Es muy importante sellar bien las puntas de las uñas con el esmalte para evitar que se pelen, ya que la punta roza siempre con todo.
- A continuación, aplica la base Coat, para fijar y dar brillo y fija con la lámpara de UVA.
- Para finalizar, limpia los restos de producto que quedan en la uña con un limpiador especial e hidrátala con un aceite para cutículas.
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¿Cómo quitar la manicura semipermanente?
Es muy importante acudir de nuevo al centro de estética para retirar el esmalte ya que se necesita el “removing”, un producto especial que ablanda el esmalte y permite retirarlo sin dañar la uña. Si se hace sin las condiciones adecuadas se pueden hacer grietas o descamaciones dañando el aspecto natural de la uña.
Advertencias sobre la manicura semipermanente
Pues sí, incluso los esmaltes semipermanente tienen defectos. Por ejemplo, la pérdida de brillo, fuerza, cambios de color y mayor fragilidad en la uña se asocian a un uso excesivo de este tipo de esmalte. Es importante saber que si tenemos uñas frágiles o dañadas debemos evitar esta manicura, ¿por qué?, por el tiempo en que la uña queda cubierta por el esmalte.
Quieres soluciones y las tenemos, por supuesto. Consulta a tu esteticista de confianza que te orientará sobre cuál es el mejor producto a utilizar, por otra parte, también puedes recurrir a los esmaltes hipoalergénicos y se recomienda no recortar las cutículas en exceso durante la manicura ya que ello puede ocasionar infecciones e inflamaciones de la piel.
Y como ya hemos dicho antes, atención cuando retires el esmalte porque ni se arranca ni se lima, ojo con las prisas porque no son buenas en ningún caso. Además, al finalizar, puedes aplicarte un buen aceite nutritivo.
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Déjate llevar por tu imaginación y aplica un diseño innovador en tus uñas. La manicura no tiene límites y ahora que vas a lucirla durante más tiempo, aprovecha para plasmar un bello dibujo en nuestros dedos. ¿Cuál?, tú eliges, el límite lo pones tú.
Esmalte permanente y semipermanente, ¿cuál elegir?
Aunque su objetivo es el mismo, conseguir una manicura perfecta, con una apariencia natural y lo más duradera posible, la metodología varía un tanto. Por ello, aquí tienes todas las claves para que sepas diferenciarlo y que escojas el servicio que mejor te convenga.
La diferencia básica entre ambos esmaltes es que el acrílico utilizado en el permanente se funde con la uña natural, con ello imposibilitas que el esmalte se suelte de la uña logrando así que ésta no se rompa. Si sale bien la uña queda preciosa, pero ojo, porque tienes que tener mucho cuidado para evitar un efecto grueso y desnivelado del esmalte.
Por el otro lado, en el esmalte semipermanente el producto no se funde con la uña natural por lo que ésta se daña menos. Y entonces, ¿por qué dura tanto? Sencillamente, porque cuando empieza a desgastarse, la manicura se refuerza con capas protectoras que cierran el producto para que éste no se rompa ni se suelte.
¿Cómo eliminar el esmalte semipermanente?
Pues bien, ha llegado la hora de eliminarlo y como comenté en su momento, es algo que se debe hacer en el centro de estética ya que no se elimina con un simple “quitaesmalte”, sino que requiere un proceso.
Como veis, un mes después el esmalte se encuentra intacto y sólo se observa el hueco por el crecimiento normal de la uña. Este tipo de esmaltado resiste estupendamente a roces y es ideal para el verano si vamos a playa y piscinas.
Para que la uña no se dañe y conserve un aspecto sano se debe retirar el esmalte envolviendo cada uña en un algodón impregnado con el removing especial de esmalte semipermanente. Esto se cubre con papel de aluminio para que el producto no se seque y pueda actuar unos 15 minutos.
Transcurrido ese tiempo, el esmalte se habrá ablandado y lo podremos ir quitando con un palito de naranjo.
A continuación pulimos las uñas para eliminar los restos de color que han quedado.
Y por último si se desea, volvemos a esmaltar la uña. Esta vez hemos esmaltado con un esmalte normal. Si no se vuelven a esmaltar las uñas, al haberlas pulido quedan muy limpias y naturales, no obstante tras el uso prolongado de esmaltes a veces las uñas tienden a amarillear. Para blanquear, limpiar y devolver a la uña su aspecto natural se pueden usar las perlas antiamarilleo. Perlas a base de sales efervescentes con caléndula, limón y algas.
Pues estos han sido los pasos para eliminar el esmalte semipermanente que se puso nuestra clienta Berta para sus vacaciones. ¿Usáis este tipo de esmalte? ¿Qué os parece?
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